La primera vez que oí hablar de GNU/Linux

Hoy es el Día Internacional del software libre, un buen día para contar no la primera vez que usé GNU/Linux, sino la primera vez que oí hablar de él.

Era septiembre de 1995, los días que todos estaban locos con el lanzamiento del nuevo Windows 95 un compañero de un curso de SCO/Unix y SQL me habló por primera vez de un sistema que era software libre llamado GNU/Linux, no me estaba enterando de mucho pero me parecía interesante y le pedí que me contara más:

Se compró un CD de una distro de la época por 5000 pelas, creo que era una slackware, se imprimió el manual, pasó las imágenes de disquetes que traía el CD, una barbaridad de disquetes, luego retiró todos los componentes de hardware, volcó el código del kernel desde los disquetes, lo compiló, iba añadiendo código de módulos, compilándolos y pinchando periféricos externos e internos UNO a UNO.
Lo más peligroso era el disco duro, ya que entonces no tenían autodetección y sobre todo el monitor que si le ponías el refresco equivocado lo freías, tenías que llamar a los fabricantes para que les proporcionara la información.
El manual por supuesto en inglés y sin una sola ilustración, técnico a nivel de catedrático de sistemas.

De hecho puso en el curriculum que había conseguido instalar esa distribución, la gente lo hacía por aquel entonces porque era un logro meritorio.

Y nada de dual boot, tenía la cajita esa que había para intercambiar discos y tenía uno solo para GNU/Linux y otro para Windows.

 

La primera distro que instalé, creo que fue una Red Hat 5.0 en el 98, pero nunca he considerado ese momento como mis inicios con GNU/Linux porque la instalé, me encontré con un prompt que me pedía el nombre de usuario y contraseña en modo texto y aparte de validarme no sabía hacer nada más.
Así que la quité hasta que un par de años después le instalé una RH 6.0 de una revista que traía un librito de iniciación que ya si mantuve y con el que pude hacer mis primeros pinitos, por supuesto todo muy básico.

Por aquel entonces abrí una web precisamente para cubrir ese salto al vacío que había entonces entre el manual de instalación y primeros pasos y los grandes manuales para doctos en sistema, por supuesto en inglés académico.
Años después se convertiría en el blog que conocéis hoy.